martes, 28 de marzo de 2023

Relatos de las muñecas de Chela

 Relatos de las muñecas de Chela.Relatos

Rosita.

Rosita, caminaba de un lugar para otro. Desesperada, miraba y miraba. 

Sus ojos, ni parpadeaban. 

Solo miraban y miraban

por la ventana. 


Hasta que de pronto tocaron a la puerta. Corrió, su corazón se sintió feliz. ¡Era su amado!


 ¡Decepción!


Solo le  entregaron una nota. 


En ese entonces no existían los celulares ni los mensajes.  


Desesperada leyó el mensaje, decía: 

Chela Palacios. Mayo 2021

¡Rosita no me esperes!. 

¡Me fui de la ciudad!. No vuelvo. 


Rosita pegó un grito. Y cayó desmayada. 


Vestida  y alborotada quedó Rosita, esperando a su novio. 

jueves, 24 de agosto de 2017

La vida esta llena de recuerdos



La vida está llena de recuerdos
de espera, de  silencios.
A hurtadillas
con lento caminar, ojos  cansados
con dolor  o alegría en nuestro rostro
 vemos la  película de nuestra vida
Con mirada perdida… a la espera
A la espera  ¿de que? Me pregunto.
A la espera  de un corazón que  nos  conecte 
con la  verdadera  esencia, con nuestra ESENCIA  DIVINA
Se que SOY un polo positivo
Atrapado en la  densidad de la tierra
¿Qué  debo hacer para salir de este anclaje?
Hacer silencio y aprender a caminar con lo que tengo
sin dejarme  manipular  por  lo exterior, para que no me capture
Es  cierto
la ilusión nos envuelve, con noticias de  caos y tragedia
de hambre, desolación, miseria              
Nuestro deber
construir un puente hacia  el corazón
Como soberanos,  debemos indagar  dentro de nosotros
Escrutar nuestra esencia  original y
desbloquear lo viejo, lo que  nos  encadena
Y activar nuestras  virtudes, las virtudes del corazón.
Chela Palacios

viernes, 3 de marzo de 2017

SEAMOS UN LUZ EN LA OSCURIDAD


En estos momentos de crisis que vivimos en mi Venezuela amada, producto de la desinformación, del caos, de no saber lo que pasa a nuestro alrededor. Nos LLENA de miedo… un miedo paralizante… que nos hace pensar, que nos hace buscar dentro de nosotros mismos para ver, ¿De dónde viene y por que? ¿A qué le tememos?
Nos vamos al diccionario y nos dice: “El miedo es una sensación de angustia por la presencia de un peligro real e imaginario”. El ser humano siempre ha tenido miedo está inmerso en nosotros en nuestro cerebro, en nuestras células… ¿Quien no ha sentido miedo en algún momento de su vida? El miedo es una sensación que paraliza todo y jamás sabes como vas a reaccionar ante él. ¿Cuántas veces nos han mostrado puertas y no la hemos cruzado por temor? Hemos dejado muchas oportunidades irse por temor.
Aparte de eso, el miedo corta nuestras frecuencias… si estamos en búsqueda de la verdad, debemos cortar con el miedo y las dudas, debemos liberarnos de las supersticiones. Cuando tenemos miedo, estamos preocupados, nos deprimimos, y cuando estamos así no logramos un verdadero desarrollo, nos sentimos desamparados.
En estos momentos cruciales por el que esta atravesando nuestro país, todas las frecuencias negativas de pensamiento, hacen una densa niebla y nos lleva a un callejón sin salida… y me pregunto ¿A que se debe esto?
Nosotros cada ser humano habitante de este hermoso planeta y específicamente de este país, hemos alcanzado un nivel tan alto de egoísmo que nadie piensa en el prójimo… ¿Cómo pedimos compasión al señor? No creo que en estos términos lleguen nuestras oraciones, cuando por un lado pedimos misericordia y por el otro maldecimos al hermano.
Si nosotros estamos alterados y en desequilibrio, también alteramos al Universo… 
Nuestro deber es convertirnos en luz a pesar de todas nuestras depresiones para poder encender otras luces y demostrar que somos valiosos… demostrar que podemos pasar todas las pruebas que no son enviadas por muy duras que parezcan.
En esto momentos de oscuridad, de crisis, de llantos, dolores, no podemos dejarnos vencer por la oscuridad, por la malignidad, debemos levantarnos cual ave fénix… este esfuerzo nos llevará a la verdad.
La luz iluminará nuestro camino. Nos hará seres humanos verdaderos… que piensa y actúa pensando no egoístamente en él y en su beneficio personal sino en su hermanos desvalido… 
No importa que no pensemos iguales, nuestros hermanos son nuestro espejo, en el nos reflejamos para bien o para mal.
Seamos una luz en la oscuridad… Unifiquemos una vez por todas, nuestros pensamientos, de paz, armonía, tolerancia, aceptación... 
Dios nos dio la oportunidad, para que sepamos aplicar en los momentos de crisis, la lógica… los esfuerzos que hagamos, los sacrificios nos llevarán a la victoria. Todos juntos con pensamientos positivos manteniendo en alto el poder espiritual, nos llevaran a nuestro desarrollo como seres humanos verdaderos… SEAMOS TODOS UNIDOS EN PENSAMIENTOS POSITIVOS UNA LUZ EN LA OSCURIDAD.
Chela Palacios.

sábado, 16 de julio de 2016

El pozo del encanto o la piedra del encanto


Chela Palacios
“Tu bebedor nocturno, ¿Por qué te haces  de rogar?
Ponte tu disfraz, ponte tu ropaje de oro.
Samael Aun weor

A eso de la cinco de la tarde, solíamos sentarnos mis hermanos y yo alrededor  de unos viejecitos  contadores  de cuentos. Oíamos por boca  de ellos las historias más fabulosas: Alí Baba y los cuarenta ladrones,  Aladino y la lámpara maravillosa, la Onza el Tigre y la Leona, Pedro Rímales y Juan Bobo, tampoco faltó Tío Tigre y Tío Conejo entre otros.
Estos cuenta cuentos de mi pueblo tejían y destejían cada historia con suma picardía, tan natural en ellos. El mastro Narcizo y el mastro Silverio o los Gómez como los nombraban algunos,  sabían fundir el sueño y la realidad. Cual magos  movían el péndulo del tiempo a su antojo. En nosotros  se operaba  una transformación capaz de hacernos pasar horas y horas frente a estos humildes hombres, convertidos de pronto en duendecilos. Pegados al taburete, hechizándonos con el cristalino poder  de la palabra.
Lo que más  nos gustaba era la leyenda referida al río, hoy llamado caramacate, donde pasábamos buena parte  de nuestro tiempo, a pesar de que papá nos prohibía bañarnos en sus aguas después de las cuatro de la tarde. El pozo  del encanto ejercía sobre nosotros una fuerte  atracción.
Había en él gran variedad  de peces: guabinas, bagres, corronchos, lambe piedras, llamados también burritos, la cabra, el tocuyano, por las tardes salía el pero de agua.
Desde la enorme piedra del pozo, con su abertura semejante a una serpiente y por donde cabía perfectamente un niño, jugábamos al escondido  después  de utilizarla como trampolín  para lanzarnos a la transparencia  del agua. Pegado a la piedra había un grandísimo remolino que halaba  con la fuerza  de un imán. Mucha gente desapareció allí sin dejar  rastro alguno. Siempre  sentimos  mucha curiosidad de saber por qué el nombre  del pozo del encanto.
El mastro Narcizo y el mastro Silverio comenzaban narrando la historia de la manera  siguiente. Hace muchísimo tiempo, por  estas tierras  vivió una princesa india llamada  Yaguaré hija del Casique Yaguare. La hermosa  mujer se enamoró de un oficial español, quien por pertenecer a la casta de los conquistadores  era mal visto por los  miembros  de la tribu oprimida. Estaba en juego todo un conjunto  de relaciones, costumbre y relaciones  ancestrales.
Pasó el tiempo y el oficial y la princesa, sin prestar  oídos a rumores, amenazas y comentarios se unieron más aun en sus amoríos. La piedra del encanto fue el lugar  escogido por ambos para sus citas. No se habían percatado ellos que eran vigilados, el follaje, el árbol, la ribera  del río tenían ojos. El día que fueron descubiertos, desesperados trataron de huir, en la frustrada carrera, resbalaron cayendo al pozo para luego ser arrastrados por el aterrador remolino. Los espías, asustados y acezantes regresaron al cuartel. Dieron el parte de inmediato. El oficial Sebastián de los ríos  ha desaparecido en las aguas  del pozo y con él ha sido arrastrada también la princesa  Yaguaré.
Así comenzó la leyenda del pozo del encanto, la encantada o el fantasma del río. Solo la gente de buen corazón podía oír el llamado. Los pescadores que solían realizar  sus faenas cerca del lugar,  solían oír por las  noches, un ruido en el agua  parecido a un cuerpo desprendido desde lo alto de la piedra; encendían linternas, caminaban hacia  el pozo y dábanse cuenta, ésta no estaba mojada, además en su cima y sus alrededores no había nadie. Esto ocurría en los meses  de Enero y Febrero. Otras veces oían gritos  desesperados pidiendo auxilio. Los pescadores no tuvieron el suficiente valor y dejaron  de pescar  en ese lugar.
En época  de luna llena a eso de las  doce de la noche continuaban los cuenta cuentos, aparece sentada en la piedra una mujer semidesnuda. Peina su larga cabellera con una peineta  de oro mientras  canta. Hombre, mujer o niño que la oiga es encantado y sin dejar  rastro alguno desaparece. De esta forma nadie puede  escapar  del hechizo de Yaguaré.
Un día un grupo de vecinos, preocupados por las constantes desapariciones de sus paisanos, decidieron seguir a un joven, quien vislumbrado por el encanto llegó al río. Vieron con asombro como el joven fue metiéndose lenta y tranquilamente al pozo. Lo oyeron pronunciar  extrañas palabras. Como un sonámbulo desapareció en medio del remolino. De esta forma, Juan Vicente Vasco se convertía a los ojos de un grupo de nativos, en otra víctima de la princesa India: sibila y guardián de las aguas  del pozo encantado.
Fue mucho el tiempo que pasó. De súbito, el joven desaparecido regresó de la misma forma como se había ido. Desequilibrado y silencioso quedó. No hacía más  que mirar las aguas  del río. Absorto no se sabe en qué pensamientos ni siquiera probaba bocado. Poco a poco con el cariño de su solícita madre, fue volviendo a la realidad  y cordura.
Días después, Juan Vicente Vasco contó lo sucedido: un día que ahora no recuerdo, a las  doce del mediodía, estando yo cerca del río oí una voz que me llamaba. Era una voz suave y enamoradora, caminé hacia  el pozo donde está la gran piedra. Una mujer apareció delante de mí, me invitó a penetrar en las aguas. Ahora  recuerdo que me dijo: existe un mundo diferente detrás del cerro, ese mundo lo tengo reservado para ti. Vuelve esta noche, tu bebedor nocturno, ven no te hagas  de rogar, ponte tu ropaje de oro, límpiate de todo y ven, aquí te espero.
Volví tal como me había indicado: Parecía una diosa. La luz de las estrellas se relejaba en el agua soltando chispas. Me tomó de la mano y nos introdujimos en el pozo. Yo solo veía colores  y una música  agradable, que endulzaba mis sentidos. Se abrió una puerta y ante mi apareció un gruta réplica del cerro que ahorra miramos, lleno de árboles frutales y flores nunca vistas por mí.
Todas  las personas que habían desaparecido antes  que yo me recibieron con vivas  y con mucho afecto. Se veían felices, ninguno quería regresar. Esto me lo manifestaron los conocidos míos, yo también estaba feliz y emocionado por las muestras  de afecto y amistad que me prodigaban.
Después  de convivir en aquel reino, donde la tierra es azul cielo y el firmamento amarillo,  donde no faltaba nada a nadie, donde todo es música y armonía, decidí hablar con la diosa.
Ella me miró con sus grandes ojos negros y me dijo sin dejarme hablar, que yo estaba triste, que yo ansiaba el otro mundo, que si quería irme, ella no podía retenerme, que yo era libre de elegir. Asentí con la cabeza y todo se puso negro. De pronto aparecí en la orilla del pozo encantado. Arriba, la piedra se levantaba imponente.
15/ 08/1986
 



lunes, 11 de julio de 2016

Hoy uno de esos días

Ayer, anteayer, hoy,
uno  de esos días difícil de definir
me siento abrumada
 mi pecho vibra
¿Cómo definirlo?
Paso al frente de los súper
Veo rostros de angustias
Esperan ansiosos la llegada  de los alimentos
Cualquier cosa
Colas interminables
Esperando, esperando, esperando.
Y yo a la espera  de un nuevo día
De un nuevo amanecer
De mi redescubrimiento de mi misma
Para poder resistir
Vivir en un país  que ya no es mi país
Es una tierra  que me vio nacer
El hambre abruma, la necesidad  te hace delirar
Un no quiero estar así,  un por qué eterno
Sé que todo pasa
Me acojo al dicho popular
“Dios aprieta pero no ahoga”
Tengo fe absoluta 
pronto
Saldremos  de esta pesadilla…
Chela Palacios





viernes, 24 de junio de 2016

Alberto Hernández y su mirada al vacío

La gente no tiene idea de hasta qué punto es arrastrada por el miedo. Este miedo no es fácilmente definible. Hay momentos en que este miedo se vuelve casi una obsesión. George Gurdjieff
 
Sentir la presencia del autor
Oír  su voz interna  es  mágico
Hablarle al oído la  locura
Sentir  el vacío, la nada
Y adentrarse al universo de lo creado
Es una entrega del que da y del que recibe.

Cuando leí Aforismo o poética del desatino, sentí, visualice, miré,  no solo al poeta, ensayista, escritor, sino al hombre de teatro, al lector incansable. Me obligó como lectora  a leerlo por partes, no sé si esta es la intención de su libro o no, de atrás para adelante, del medio hacia atrás, del medio hacia adelante y como normalmente se lee un libro…
Practicar varias  formas  de leer como cuando ensayamos una obra  de teatro, cuando tenemos que ir descubriendo cada letra  de la obra  para profundizar y revelar  lo que está en el interior de cada palabra, de cada línea. Leer intercalado, en voz alta, repetir hasta el cansancio para expresar, indagar. En mi lectura descubrí que Alberto Hernández, el escritor soñador, acucioso de la palabra, nada  se le escapa, lo cotidiano lo hace verso, lo hace  poesía, lo hace teatro. Lo cotidiano que para algunos autores son lugares  comunes, un absurdo, Alberto lo transforma  en una creación.
De allí que, en vértigos nos da una clase sobre la estupidez, contra el resentimiento del ser humano común   que vive estúpidamente sin saber que es estúpido, anclándose  en conocimientos  viejos aprendidos de memoria repitiendo, repitiendo, repitiendo. Y uno se da cuenta  que hay muchos estúpidos  con títulos, con PHD, y no saben que se graduaron de estúpidos. El en su aforismo lo dice  claro cuando menciona que ningún curso  hace posible a un estúpido, de manera irónica  nos dice: también queda claro que muchos han egresado con excelentes calificaciones…
En revisión de fábulas nos expone que una epidemia de tristeza los hace retornar, caen de rodillas ante él y se suicidan, lo asocio con lo que actualmente se vive en Venezuela,   una epidemia de tristeza, las  caras  de las personas  son un poema de tristeza ligado con impotencia y dejadez,  colas gigantesca   que lo atrapan en el día a día para  comprar  miserable  comida que no le alcanza para alimentar a toda la familia, se come un día  y cinco sin hacerlo.
Existe el otro tipo de persona  que ve lo que ocurre en Venezuela, como un sueño o una pesadilla esperando  despertar  algún día, madres  que se suicidan por  no poder darle de comer a sus hijos. En este momento álgido,  el día se viste de negro, la epidemia de tristeza nos envuelve. Debemos despertar  de esta epidemia de tristeza, para no ser tomado de sorpresa o dormidos por el maligno, que juega  a que nos cansemos para seguir haciendo de las suyas,  en un país que ha sido tomado por fantasmas malhechores  al igual que la casa tomada  de Cortázar.
En ajuste de cuentas  nos muestra como todo es un espejo donde retratas  tu belleza o tu fealdad, nos da ejemplo de  hipocresía  de quien muestra cara de oveja, cuando en realidad  es un lobo feroz. Vemos  a caperucita Roja y al lobo feroz en todas partes. Caperucita disfrazada  de inocente y el lobo disfrazado de Oveja. Uno que engaña y el otro que se deja engañar, cómplices ambos. Esto nos recuerda las propagandas políticas en su discurso manido cuando quieren optar por votos, engañando y vendiendo su alma al mejor postor para obtener votos.
Nos habla  de la pérdida de tiempo de la venganza, la cual define como: venganza es de hombres ruines. Es perder el tiempo, el espíritu no se alimenta si no que se llena de odios malsanos hacia el otro. Nos dice: quien escribe  para vengarse muere a librazos y quien venga para escribir vive en permanente agonía. Acusa a su vez,  a la venganza  de fea, es una excusa  para demostrar lo feo, lo podrido, lo desagradable.
Cuando señalo, que al autor no se le escapa nada; es cierto, no solo la parte  densa  del ser humano si no lo sutil y lo notamos en el sol que nos mitiga, cuando nos describe con voz diáfana,  clara, como somos transformados cada vez  que morimos  con el sueño al igual que la muerte, el día, la noche,. Sueños  que a veces  recordamos y otros  no. Entrar en la profundidad de lo misterioso siempre ha sido la incógnita del ser humano. Esa muerte, esos hedores, esa  conquista  que la muerte hace cada vez que dormimos, donde no descansamos, donde  se dan peleas y conflictos  que no recordamos cuando el sol llega y nos despierta sino que sigue imaginando el silencio de la próxima noche.
En el sueño, nos explica  que para recordar  un sueño hay que estar  despierto dentro del sueño. Vivimos un eterno sueño. A veces  estamos tan confundidos que realmente desconocemos cuando soñamos y cuando estamos despiertos. Cuando Alberto Hernández dice soñar es un acto de hipocresía. Recuerdo a Gurdjieff cuando nos indica, que el ser humano vive dormido, nace, estudia, trabaja se reproduce  y muere sin haber  descubierto su verdadera  misión, porque ha  estado permanente dormido, vive un sueño eterno. Y nos preguntamos  de qué manera puede el ser humano salir de esa somnolencia para convertirlo en vida.
En sospechas  acusa en primer lugar de sospechoso al poema cuando nos anuncia que un poema no le canta al poder, acusa al poema de incendio, de desgarro de dolor, en su desmembramiento cuando pronuncia un verbo, porque el poema es la agonía es el cuerpo abrazado, es una muerte inconclusa.
Y para concluir esta primera entrega el autor nos recuerda a Quevedo en las contradicciones  que a diario vivimos en una Venezuela ilusoria, de hambre, desolada, insalubre, triste despoblada  de sensibilidad humana, un mundo donde lo real es irreal y lo irreal es real, una Venezuela  donde la verdad no existe, despoblada  de sabiduría, pensando en que voy a comer y como alimento los hijos ¿qué hacer?.. un hombre que es vacio,  que no interioriza, sino que vive  con miedo de perder  lo que no nunca  ha tenido, un hombre  que no busca  su paz interior  que vive  de ilusiones  con miedo a encontrarse así mismo.
Un hombre que sabe internamente  que hay cosas  que no conoce  pero que tiene miedo de descubrir y descubrirse  y lo taponea  con su miseria humana. Un hombre que no busca  su paz interior… solo visualiza lo mal que hacen los otros sin saber que también es participe y que con su aceptación de vicios, se deja manipular por la estupidez, viviendo engañado  por no saber  discernir, pensar aplicar  su conocimiento para salir de la miseria  humana  donde esta sumergido.
Chela Palacios (11/05/16)



miércoles, 22 de junio de 2016

Grito

¿Qué se llama  vida?
 Un grito quiere  salir. Lo que ocurre nos llena  de inquietudes. La angustia  nos corroe. Qué nos hizo estar  así.  Oír a cada persona que se acerca decir: Qué hago. No sé qué hacer.  No sé qué hacer
La angustia  de comer una sola vez al día y ver como transcurren  los días y el otro y el otro y el otro. Y a veces no hacerlo. Me pregunto ¿esto se llama vida?
Puede ser vida vivir en la incertidumbre y observar cómo nos vamos  deteriorando física y mentalmente por no saber  qué hacer.
Puede ser vida sentir que estamos atados de pie y  manos cuando pasan días  y días  sin llevar a los niños al colegio por falta de comida y cuando alguien se enferma saber  que no se encuentra las medicinas.
Darnos  cuenta que el caos encontró asiento en un país  que se olvidó de vivir. En un país donde el dolor  y la anarquía reinan. En un país  donde la credibilidad  muere poco a poco. En un país donde las personas  se dejaron envolver  por la malignidad, los malos pensamientos y el ego
¿Qué hacer?
Solo nos queda confiar en que si cambiamos nuestra manera  de pensar lo negativo se convertirá en positivo ya que nuestra meta debe ser dejar a nosotros mismos encontrar  nuestro yo esencia.
Evolucionar en el tiempo que nos ha tocado. Unificar nuestras consciencias
En la actualidad estamos viviendo programas de merecimiento  y progreso. Debemos poner en efecto la voluntad parcial e individual.
Sabiendo que la voluntad parcial nos ayuda  a conseguirnos  a nosotros mismos y la voluntad individual nos ayuda en el mundo.
Eso se llama vida, dada, regalada  por Dios  para que aprendamos a vivir  en armonía con  nosotros  mismos.
Chela Palacios