Para todos los amigos. Mí día a día en:
Hoy un domingo cualquiera de un mes muy corto
Hoy un domingo que para mucha gente tiene un significado diferente
Hoy un domingo que nos lleva a pensar sobre “El amor”
Un Día para preguntarnos:
¿Yo amo, verdaderamente? ¿Se lo que esta palabra significa?
¿Qué es el amor?
¿Que nos genera el amor a los seres humanos?
¿Qué significa ese primer mandamiento, amar a Dios sobre todas las cosas?
¿Y AMAOS LOS UNOS CON LOS OTROS? ¿Cuál es su verdadero significado?
¿Yo soy bueno o buena porque amo a mi madre, hijo, esposo, hermanos, familia amigos?
¿Yo soy generoso porque siento placer en ayudar a mis amigos?
¿Guarda mi corazón recelo, resentimientos, odios en contra de alguien?
¿Puedo yo en un día, donde todo el mundo habla de la amistad desnudar mi corazón y conocerme, reconocerme interiormente y saber de qué estoy hecho?
¿Perdono, tolero, acepto, respeto a mi hermano, sin despreciarlo porque es distinto a mí?
¿Valoro el valor de la amistad y del amor?
¿Soy capaz de tolerar y de aceptar al amigo como al que no lo es?
Chela Palacios
Describe obra literaria de la autora, opinion, cuentos, poesia, ensayos, teatro, criticas, es abierto para el arte y la filosofia religiosa.
domingo, 14 de febrero de 2016
PALABRAS MÁS PALABRAS MENOS
Mi día a día
El profeta
Alma testificó: “Porque nuestras palabras nos condenarán, sí, todas nuestras
obras nos condenarán… y nuestros pensamientos también nos condenarán…” (Alma 12:14).
El Señor dijo:
“…de toda palabra ociosa que hablen los hombres, de ella darán cuenta en el día
del juicio. Porque por tus palabras serás justificado, y por tus palabras serás
condenado” (Mateo 12:36–37).
Todos los libros sagrados palabras más y palabras menos nos
hablan de leyes y mandatos divinos
como: perdonar, amar consolar, corregir orar, enseñar, obedecer, renunciar etc.
Si no perdonamos no amamos, no podemos consolar, ni corregir nuestro errores, esto nos
lleva a no saber orar por lo tanto no
podemos enseñar y mucho menos obedecer… y de renunciar ni hablar. No
renunciamos a nuestros gustos, a nuestras
comodidades, a los viajes, no dedicamos
ni un minuto de nuestro tiempo a
pensar, desnudarnos verdaderamente y comprender a que realmente vinimos a este planeta
tierra.
Esto a mi manera de ver, se debe a que si no nos preparamos en conocimiento que nos
eleven, que nos hagan evolucionar, que nos aparten de este mundo de ilusión en
que vivimos donde el ego domina
cualquier cosa, imposible no
pensar, imposible decir que uno
se aleje de esta realidad,
nuestra realidad la que nos ha tocado vivir.

Desde que tenemos uso de razón sabemos de todos esos enviados que han venido a traernos luz cuando el mundo ha estado en caos.
Filósofos, santos iluminados, iniciados avatares como le queramos llamar entre
ellos: Hermes, Orfeo, Platón, Pitágoras, Moisés, Isaías, Mahoma, Noé, Jesús el Cristo,
Buda, Krisna, Zoroastro… todos en épocas
diferentes, nos ha hablado de la
verdad de Dios la verdad omnipresente de
la divinidad.
Nunca nos han abandonado y la humanidad ciega sorda egoísta ha hecho siempre lo que
le ha dado la gana… Con el cuento del libre albedrio hemos creado cosas buenas, pero también cosas muy malas, hemos matado y casi que hoy estamos acabando con la
naturaleza. Acabando con nuestro hogar, con nuestro planeta.
Y nos debemos preguntar.
¿Hasta qué punto el planeta podrá
aguantar con toda la negatividad que el ser humano genera segundo
a segundo? ¿Será ese el apocalipsis anunciado y seremos barridos con
tsunamis, terremotos, temblores, habrá de nuevo un diluvio?
¿Qué podemos hacer nosotros
para evitar que esto suceda?
Creo a mi manera de ver, que
podemos hacer mucho si logramos cambiar, comprender, creer, dejar de lado nuestra insensibilidad hacia
nuestro hermano. Pensar menos en nosotros de manera egoísta. Porque lo que se hace en
la tierra, en la tierra se queda… Cuando morimos todo lo que hemos logrado con
sacrificio o sin él, todo lo material, casas, edificios, carros de lujo,
edificios, dinero, profesiones.. Nada de
eso nos sirve en la dimensión a donde
vayamos y seremos juzgados por nuestros
actos, por nuestros aprendizajes.
Juntos por la unificación,
Juntos por el amor, por el perdón
Juntos todos a encontrarnos
con nosotros mismos, sin miedo de ningún
tipo.
Chela Palacios
sábado, 13 de febrero de 2016
Y sigo en mí día a día de reflexiones.
Tres cosas hay en la vida: la
ira, la codicia y la excesiva estima de uno mismo. (Mahoma)
La codicia, la ira y el ego no
nos dejan evolucionar como seres humanos.
Por esa razón, la inconformidad
se mantiene viva
Siempre el querer más y más las cosas materiales, llevándose por delante
a quien sea por obtenerlos…
Siempre juzgando y criticando
Siempre anteponiendo mi criterio
por encima del otro.
Esto es el pan nuestro de cada
día.
Por eso estamos como estamos
Nada nos gusta
Nada nos agrada
Estamos en el final de los
tiempos y no nos damos cuenta
Los libros sagrados mencionaron estos tiempos difíciles
Y nosotros teníamos como humanos el poder evitarlo y no lo hicimos, se nos dijo
que éramos creadores y no lo creímos, se nos dijo únanse, hagan el bien,
amanse como si fueran uno y no lo
hicimos. Nos dividió la religión y las falsas
creencias.
No nos vemos como hermanos, discriminamos al otro por el solo hecho de no pensar como nosotros… ponemos grandes fronteras entre pueblos, países y entre nosotros mismos,
si somos blancos, negros, ricos, pobres, si no tienes mi misma creencia política
o religiosa; todo quizás por miedo, por ignorancia o para evitar el contacto
verdadero por el que fuimos creados.
La humanidad siempre sorda, terca, egoísta ha hecho caso omiso a
los mandatos y ordenanzas dadas
ancestralmente y nos hemos envuelto
en guerras, malversaciones, corrupción, odios, peleas entre hermanos.
Si revisamos los mensajes y a los
enviados de Dios, nos daremos cuenta de cuál fue y ha sido su verdadera misión “SALVAR A LA HUMANIDAD”
¿Pero salvar a la humanidad de qué?
Creo a manera de reflexión que
salvarnos de nosotros mismos, hacer que
verdaderamente resucitemos de entre los muertos, que despertemos
consciencia y nos demos cuenta a que vinimos a este hermoso planeta. A este planeta
laboratorio, donde somos probados, donde vamos a ser juzgado por la divinidad.
Cuando a Moisés le fue dictado los diez mandamientos, una ordenanza de orden moral y religiosa, se
implantó el miedo, el castigo necesario en esa sociedad corrompida, para sacar al pueblo judío a la tierra prometida y
aprendiera a ser leal.
Moisés nos brindo conocimiento en
cambio Jesús el Cristo, nos trajo el amor, nos trajo el aprender a vernos como hermanos y Mahoma vino a
restablecer el orden social y económico.
El humano a conveniencia ha tergiversado la enseñanza y la ha acomodado a su
beneficio propio, le ha quitado y le ha puesto.
Pero lo que tenemos claro es que
los todos los profetas han venido con
una misión y todos nosotros también…
¿La hemos descubierto? ¿Sabemos a qué
hemos venido? ¿Tiene esperanza el mundo y nosotros de ser salvados? ¿Qué
debemos hacer?
En la Unificación, en el amor, en
la verdad de Dios encontraremos nuestro mundo interior y seremos UNO CON DIOS.
Chela Palacios
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