Mi día a día
El profeta
Alma testificó: “Porque nuestras palabras nos condenarán, sí, todas nuestras
obras nos condenarán… y nuestros pensamientos también nos condenarán…” (Alma 12:14).
El Señor dijo:
“…de toda palabra ociosa que hablen los hombres, de ella darán cuenta en el día
del juicio. Porque por tus palabras serás justificado, y por tus palabras serás
condenado” (Mateo 12:36–37).
Todos los libros sagrados palabras más y palabras menos nos
hablan de leyes y mandatos divinos
como: perdonar, amar consolar, corregir orar, enseñar, obedecer, renunciar etc.
Si no perdonamos no amamos, no podemos consolar, ni corregir nuestro errores, esto nos
lleva a no saber orar por lo tanto no
podemos enseñar y mucho menos obedecer… y de renunciar ni hablar. No
renunciamos a nuestros gustos, a nuestras
comodidades, a los viajes, no dedicamos
ni un minuto de nuestro tiempo a
pensar, desnudarnos verdaderamente y comprender a que realmente vinimos a este planeta
tierra.
Esto a mi manera de ver, se debe a que si no nos preparamos en conocimiento que nos
eleven, que nos hagan evolucionar, que nos aparten de este mundo de ilusión en
que vivimos donde el ego domina
cualquier cosa, imposible no
pensar, imposible decir que uno
se aleje de esta realidad,
nuestra realidad la que nos ha tocado vivir.
Todos los libros sagrados, nos
hablan de neutralidad, nos hablan de cambiar nuestros pensamientos. Nos hablan
de ser positivos y alejar toda negatividad de nuestro pensamiento. Nos hablan de los
últimos tiempos de que estamos en la época apocalíptica, que a partir
del 2012, terminó la era religiosa, que estamos en una época científica,
tecnológica, donde no podemos
seguir viendo a Dios alejado de
nosotros, el en su trono y nosotros
aquí… Sino que somos creadores de
nuestro propio destino, creadores de lo
que vivimos y de allí la idea de que
pensemos y elevemos nuestro pensamiento hacia esa divinidad jerárquica que nos guía
y nos ha guiado siempre…
Desde que tenemos uso de razón sabemos de todos esos enviados que han venido a traernos luz cuando el mundo ha estado en caos.
Filósofos, santos iluminados, iniciados avatares como le queramos llamar entre
ellos: Hermes, Orfeo, Platón, Pitágoras, Moisés, Isaías, Mahoma, Noé, Jesús el Cristo,
Buda, Krisna, Zoroastro… todos en épocas
diferentes, nos ha hablado de la
verdad de Dios la verdad omnipresente de
la divinidad.
Nunca nos han abandonado y la humanidad ciega sorda egoísta ha hecho siempre lo que
le ha dado la gana… Con el cuento del libre albedrio hemos creado cosas buenas, pero también cosas muy malas, hemos matado y casi que hoy estamos acabando con la
naturaleza. Acabando con nuestro hogar, con nuestro planeta.
Y nos debemos preguntar.
¿Hasta qué punto el planeta podrá
aguantar con toda la negatividad que el ser humano genera segundo
a segundo? ¿Será ese el apocalipsis anunciado y seremos barridos con
tsunamis, terremotos, temblores, habrá de nuevo un diluvio?
¿Qué podemos hacer nosotros
para evitar que esto suceda?
Creo a mi manera de ver, que
podemos hacer mucho si logramos cambiar, comprender, creer, dejar de lado nuestra insensibilidad hacia
nuestro hermano. Pensar menos en nosotros de manera egoísta. Porque lo que se hace en
la tierra, en la tierra se queda… Cuando morimos todo lo que hemos logrado con
sacrificio o sin él, todo lo material, casas, edificios, carros de lujo,
edificios, dinero, profesiones.. Nada de
eso nos sirve en la dimensión a donde
vayamos y seremos juzgados por nuestros
actos, por nuestros aprendizajes.
Juntos por la unificación,
Juntos por el amor, por el perdón
Juntos todos a encontrarnos
con nosotros mismos, sin miedo de ningún
tipo.
Chela Palacios
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