El hombrecito del castaño
Trepé el castaño y miré sin pestañar, a mi lado se encontraba un diminuto hombrecito, me miraba, preguntando que hacia yo en su lugar. Intenté excusarme. No lo aceptó.
Con voz que jamás había escuchado me dijo: por castigo te quedarás aquí, nunca mas volverás a tu sitio de origen, nadie osa llegar a este lugar sin ser castigado. Asustado, miré para todos lados.
No busques ayuda me dijo: nadie te ayudará. Intenté hablar, pero no me dejó. Quise mover mis labios para pedir auxilio; no me salió voz.
De pronto sentí un golpe, me había caído de la cama.
chela palacios
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