Valencia 25 de abril 2007
Dios creó al mundo en siete días
al crearnos sopló en nuestras narices
el aliento divino
esa esencia divina se perdió en el camino,
en el largo recorrido por muchas vidas
se olvidó
ahora, se encuentra escondida,
como dicen los filósofos y Budas Santos,
se encuentra tapada por nuestro corazón humano.
¿Cómo hemos de despertar? … me pregunto
¿Será que para despertar tenemos que conocernos?
¿Cómo lo vamos a lograr?
¿Cómo encontrar nuestra esencia?
Si vivimos en un mundo
lleno de mezquindad,
de odios, de peleas por el poder.
En un mundo donde la pobreza humana
las preocupaciones
son el pan nuestro de cada día.
Las preocupaciones nos ocupan
no tenemos tiempo
para nosotros mismos
mucho menos para
dedicarle a la reflexión.
Y nos preguntamos ¿reflexionar para qué?
¿Qué lograremos con la reflexión?
¿Encontrarnos?
hacer comunión con nosotros mismos
encontrar la verdad de Dios
el camino de vuelta al cielo
Tarea difícil
la del escritor
dar vida, crear
observar con ojo de águila
lo que otros no pueden ver
convertirse en Dios
Aunque pudiera ser un ejemplo pagano
todos los seres humanos somos dioses en potencia,
hay un Dios pequeñito
en cada uno de nosotros
nos dicta, nos habla las cosas
que hacemos buenas o malas.
Es nuestra conciencia,
es la esencia divina que Dios nos dio al nacer
es esa sabiduría innata,
desde el mismo momento de nacer
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