sábado, 19 de enero de 2008

¿A quien amo?


Amor... palabra sublime, conjugarlo en presente, pasado y futuro, es el trabajo del hombre. Siempre me pregunto, ¿A quien amo?. ¿A quien amé?, ¿A cuantas personas he amado? Y... ¿a quién amaré? a mi padre, a mi madre muerta, a mis tres hijos, a mis nietos, a mis hermanos, a mis dos esposos, a mis amantes.

Estas preguntas quizás tuvieron o han tenido sus respuestas. Actualmente, ni me las hago, ni me las respondo. ¿Qué si tuve experiencias sobre el amor sexual? Si, algunas dejaron huellas profundas e intensas, todas fueron vividas con absoluta pasión y ardor.

Pero ahora, en esta etapa de mi vida, en mi madurez, busco otro tipo de amor, amor sublime, espiritual. Quiero realmente tener un encuentro amoroso conmigo misma, descubrir, observar, e indagar dentro de mi. Me escudriño y descubro que mi vida ha estado llena de errores, pero también de muchos aciertos, y esta observación me lleva al encuentro con Dios y ese hallazgo me conduce a la búsqueda de la verdad de Dios dentro de mi corazón.

Trato de sentir, quiero aprender a sensibilizarme y que las cosas que ocurran a mi alrededor malas o buenas no enturbien mi trabajo, trato en la medida de mis posibilidades de ir limpiando todas las virutas que no dejan que mi corazón sea limpio y me pregunto ¿hasta donde puedo amar?.

Esta reflexión la hago cuando la tarde y la noche llegan con toda su carga. Me quedo en silencio y en ese ausencia algunas veces me digo.

Los recuerdos me atrapan

se arquean, se traban

y no veo ni gestos, ni caras

no siento, no miro, no oigo

solo veo gente que va y viene,

gente que ríe, que juega, que hace el amor

mientras yo de lejos los contemplo

sin poder hacer nada.

CHELA PALACIOS

sábado, 12 de enero de 2008

Mi sentido del olfato y tú

El olor de mi cara de luna llena me atrae, me lleva, a lugares no visitados por mí, me siento como perro sabueso, lo busco por los rincones de la casa, lo siento a miles y miles de distancia.

Mi sentido no me traiciona, con el tiempo he aprendido a diferenciar los olores; por el olor se que mi cuerpo se agita, por el olor se cuando me enamoro o algo me gusta, apenas siento el olor, mi piel se eriza, ya no es un simple recuerdo.

Tu olor quedó en el ambiente, en el aire, en mi casa, en mi cama.

Espero ansiosa el nuevo encuentro para sentirlo.

Tu boca, tu sexo, huele a níspero, sabe a níspero, deja en mi boca un sabor dulce que me enloquece.

Eres mi otra parte, me dice: estabas allí y no te había visto, estabas tan cerca que parecías distante. Te tengo y ya no te irás.

Mi corazón palpita, mi mente se aturde y me pregunto ¿es verdad tanta felicidad? ¿Qué me pasa? ¿Qué siento?

Cuando mi cara de luna llena me besa, el universo entero entra en mi, cierro mis ojos y es inexpresable la felicidad.

¿Que haces? No lo se, ¿que poder tienes? tampoco lo se... pero es así, cierro los ojos y tu recuerdo vivo, tu olor, tu sonrisa, tu voz, me atrapa.

Tu forma de ser me exalta, tu manera de ver el mundo me suaviza.

Tu locura me envuelve, somos dos, como dices tú, y me pregunto… ¿a dónde andabas?, seguramente recorriendo el mundo hasta encontrarme

¿qué nos une?, ¿que nos ata?, ¿qué nos atrae? ¿Nos parecemos acaso?

¿Será acaso esa otra parte de la locura?

Contigo aprendo a tener paciencia, a esperar, cosa que me era difícil. Nunca es tarde para hacerlo y aquí estoy a la espera de un nuevo encuentro….
Chela Palacios