domingo, 14 de febrero de 2016

PALABRAS MÁS PALABRAS MENOS

Mi día a día

El profeta Alma testificó: “Porque nuestras palabras nos condenarán, sí, todas nuestras obras nos condenarán… y nuestros pensamientos también nos condenarán…” (Alma 12:14).
El Señor dijo: “…de toda palabra ociosa que hablen los hombres, de ella darán cuenta en el día del juicio. Porque por tus palabras serás justificado, y por tus palabras serás condenado” (Mateo 12:36–37).
Todos los libros  sagrados palabras más y palabras menos nos hablan   de leyes y mandatos divinos como: perdonar, amar consolar, corregir orar, enseñar, obedecer, renunciar etc.
Si no perdonamos no amamos,  no podemos consolar,  ni corregir nuestro errores, esto nos lleva  a no saber orar por lo tanto no podemos enseñar y mucho menos obedecer… y de renunciar ni hablar. No renunciamos a nuestros gustos, a nuestras  comodidades, a los viajes, no dedicamos  ni un minuto de nuestro tiempo a  pensar, desnudarnos verdaderamente y comprender  a que realmente vinimos a este planeta tierra.
 Esto a mi manera de ver, se debe a que  si no nos preparamos en conocimiento que nos eleven, que nos hagan evolucionar, que nos aparten de este mundo de ilusión en que vivimos donde el ego domina  cualquier cosa, imposible  no pensar, imposible  decir  que uno  se aleje  de esta realidad, nuestra realidad  la  que nos ha tocado vivir.
Todos los libros sagrados, nos hablan de neutralidad, nos hablan de cambiar nuestros pensamientos. Nos hablan de ser  positivos y alejar  toda negatividad  de nuestro pensamiento. Nos hablan de los últimos tiempos de que estamos en la época apocalíptica, que  a partir  del 2012, terminó la era religiosa, que estamos en una época científica, tecnológica, donde  no podemos seguir  viendo a Dios alejado de nosotros, el en su trono y nosotros  aquí… Sino que somos creadores  de nuestro propio destino, creadores  de lo que vivimos y de allí la  idea de que pensemos y elevemos nuestro pensamiento hacia esa divinidad jerárquica  que nos guía  y nos ha guiado siempre…
Desde  que tenemos uso de razón sabemos  de todos esos enviados  que han venido a traernos  luz cuando el mundo ha estado en caos. Filósofos, santos iluminados, iniciados avatares como le queramos llamar entre ellos: Hermes, Orfeo, Platón, Pitágoras, Moisés, Isaías, Mahoma, Noé, Jesús el Cristo, Buda, Krisna, Zoroastro… todos en épocas  diferentes,  nos ha hablado de la verdad  de Dios la verdad omnipresente de la divinidad.
Nunca  nos han abandonado y la humanidad  ciega sorda egoísta ha hecho siempre  lo que  le ha dado la gana… Con el cuento del libre albedrio  hemos creado cosas  buenas, pero también cosas  muy malas, hemos  matado y casi que hoy estamos acabando con la naturaleza. Acabando con nuestro hogar, con nuestro planeta.
Y nos debemos preguntar. ¿Hasta qué punto el planeta podrá  aguantar con toda la negatividad que el ser humano genera  segundo  a segundo? ¿Será ese el apocalipsis anunciado y seremos barridos con tsunamis, terremotos, temblores, habrá de nuevo un diluvio?
¿Qué podemos hacer nosotros para evitar  que esto suceda?
Creo a mi manera de ver, que podemos hacer mucho si logramos cambiar, comprender, creer, dejar  de lado nuestra insensibilidad  hacia  nuestro hermano. Pensar menos en nosotros  de manera egoísta. Porque lo que se hace en la tierra, en la tierra se queda… Cuando morimos todo lo que hemos logrado con sacrificio o sin él, todo lo material, casas, edificios, carros de lujo, edificios,  dinero, profesiones.. Nada de eso nos sirve  en la dimensión a donde vayamos y seremos juzgados  por nuestros actos, por nuestros aprendizajes.
Juntos por la unificación,  
Juntos por el amor, por  el perdón
Juntos todos a encontrarnos con nosotros  mismos, sin miedo de ningún tipo.
Chela Palacios




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