29 de marzo de 2006
Chela Palacios
¿Es un círculo la vida?
Según el Tao retornamos para pagar deudas, aprender la verdad, volver a nuestra esencia natural y poder regresar de nuevo a Dios y… ¿Para lograrlo qué debemos hacer? Dejar los apegos, descubrir nuestras imperfecciones y rectificar nuestros errores. Tao es digno, Tao es supremo. Entonces… ¿que significa cultivar el Tao? Es recuperar nuestra esencia natural, nuestra conciencia tapada por el corazón humano, es realizar la palabra, estar pendiente de nuestras emociones y el porque tenemos esas emociones. Generalmente nos engañamos con cosas pequeñas porque no cultivamos las cinco virtudes. Benevolencia, justicia, cortesía, sabiduría, fe. Si colocamos ejemplos humanos, nos damos cuenta lo que ocurre con nuestros hijos, los engendramos, se reproducen, crecen, les dedicamos la vida entera, en cuerpo y alma; luego ellos se van, del mismo modo que nosotros lo hicimos, y que al igual que ellos cuando tuvimos problemas regresamos a los padres a pedir ayuda, a que nos bendijeran en los momentos de dolor de angustias y cabe la pregunta. ¿Si regresamos a nuestros padres por que no regresar a Dios? ¿Acaso es una ley de vida ser atrapado en ese círculo vicioso sin tener conciencia de cómo salir? Entonces… ¿que hacemos? ¿Qué hacer ante todos los eventos que se nos presentan? ¿Es la vida lo suficientemente larga para cumplir los preceptos? ¿O te llega la muerte sin haber cumplido con ninguno de tus compromisos? ¿Alguien te enseñó a preguntarte y a buscar dentro de ti las respuestas? ¿Cómo solucionar los problemas que se te van presentando a los largo de tu existencia? ¿Al final que esperas de la vida?
¿Es Dios tu fortaleza para enfrentar los retos que la vida te presenta?
Te has preguntado si has sido agradecido, y a ¿quién agradeces?
Te has detenido por un instante a agradecer a Dios ¿por que respiras, por que caminas, por que estas vivo, por que le dio la bendición a tus padres para que tu nacieras, y te dieran la oportunidad de tener el cuerpo y poder saldar deudas?.
Te has preguntado ¿Qué he hecho? ¿Que me falta por hacer? O simplemente ¿Que hacer?
Te has preguntado ¿He sido sincero con Dios, conmigo mismo, con mi familia, con mis amigos, con la gente que me rodea? ¿Qué hacer cuando las circunstancias me son adversas? ¿A quién acudir?
Te has preguntado el ¿por qué de tu soledad? ¿Quién puede responderlas?
Te has detenido por un instante a pensar en ese hilo tan delgado que une a la vida y a la muerte, has reflexionado en los conocimientos adquiridos… has visto como está tu corazón, ¿es blando o duro, hay misericordia, benevolencia, paciencia, es agradecido?
¿Cómo aprender a agradecer las buenaventurazas que Dios generosamente nos ha brindado? Para ello tendríamos que aprender a ver, a tocar nuestra esencia natural, aprender que no debemos dejarnos llevar por nuestro corazón humano, aprender a buscar nuestro saber innato, nuestra esencia para conocer la verdad, para acercarnos a ella, aprender a cultivar un corazón misericordioso, benévolo, trabajar para que Dios confié en nosotros.
¿Queremos cambiar para que?
v ¿Para ayudar a los demás, y romper con la rueda de la reencarnación, para poder convertirse en buda santo?
v ¿Para satisfacer nuestro ego o por que queremos ser mejor persona?
v ¿Por qué que queremos encontrarnos con Dios? O ¿por que amamos? Y para amar ¿Qué se necesita? Para amar verdaderamente hay que demostrarlo con la acción, hay que sacrificar y cuando hay sacrifico hay benevolencia. Cuando se ama a los padres, la pareja, a los hijos, se da sin esperar nada a cambio, es sacrificio, es paciencia sin esperar el cambio de la otra persona.
v Si tienes la verdad de Dios confías en ti mismo y si tienes un corazón agradecido es más fácil reflexionar y arrepentirse y agradecer en las situaciones adversas como en la agradables, debemos estar conscientes de la crisis para pode avanzar. En consecuencia, hacer sacrificios es establecer virtudes.
Chela Palacios
¿Es un círculo la vida?
Según el Tao retornamos para pagar deudas, aprender la verdad, volver a nuestra esencia natural y poder regresar de nuevo a Dios y… ¿Para lograrlo qué debemos hacer? Dejar los apegos, descubrir nuestras imperfecciones y rectificar nuestros errores. Tao es digno, Tao es supremo. Entonces… ¿que significa cultivar el Tao? Es recuperar nuestra esencia natural, nuestra conciencia tapada por el corazón humano, es realizar la palabra, estar pendiente de nuestras emociones y el porque tenemos esas emociones. Generalmente nos engañamos con cosas pequeñas porque no cultivamos las cinco virtudes. Benevolencia, justicia, cortesía, sabiduría, fe. Si colocamos ejemplos humanos, nos damos cuenta lo que ocurre con nuestros hijos, los engendramos, se reproducen, crecen, les dedicamos la vida entera, en cuerpo y alma; luego ellos se van, del mismo modo que nosotros lo hicimos, y que al igual que ellos cuando tuvimos problemas regresamos a los padres a pedir ayuda, a que nos bendijeran en los momentos de dolor de angustias y cabe la pregunta. ¿Si regresamos a nuestros padres por que no regresar a Dios? ¿Acaso es una ley de vida ser atrapado en ese círculo vicioso sin tener conciencia de cómo salir? Entonces… ¿que hacemos? ¿Qué hacer ante todos los eventos que se nos presentan? ¿Es la vida lo suficientemente larga para cumplir los preceptos? ¿O te llega la muerte sin haber cumplido con ninguno de tus compromisos? ¿Alguien te enseñó a preguntarte y a buscar dentro de ti las respuestas? ¿Cómo solucionar los problemas que se te van presentando a los largo de tu existencia? ¿Al final que esperas de la vida?
¿Es Dios tu fortaleza para enfrentar los retos que la vida te presenta?
Te has preguntado si has sido agradecido, y a ¿quién agradeces?
Te has detenido por un instante a agradecer a Dios ¿por que respiras, por que caminas, por que estas vivo, por que le dio la bendición a tus padres para que tu nacieras, y te dieran la oportunidad de tener el cuerpo y poder saldar deudas?.
Te has preguntado ¿Qué he hecho? ¿Que me falta por hacer? O simplemente ¿Que hacer?
Te has preguntado ¿He sido sincero con Dios, conmigo mismo, con mi familia, con mis amigos, con la gente que me rodea? ¿Qué hacer cuando las circunstancias me son adversas? ¿A quién acudir?
Te has preguntado el ¿por qué de tu soledad? ¿Quién puede responderlas?
Te has detenido por un instante a pensar en ese hilo tan delgado que une a la vida y a la muerte, has reflexionado en los conocimientos adquiridos… has visto como está tu corazón, ¿es blando o duro, hay misericordia, benevolencia, paciencia, es agradecido?
¿Cómo aprender a agradecer las buenaventurazas que Dios generosamente nos ha brindado? Para ello tendríamos que aprender a ver, a tocar nuestra esencia natural, aprender que no debemos dejarnos llevar por nuestro corazón humano, aprender a buscar nuestro saber innato, nuestra esencia para conocer la verdad, para acercarnos a ella, aprender a cultivar un corazón misericordioso, benévolo, trabajar para que Dios confié en nosotros.
¿Queremos cambiar para que?
v ¿Para ayudar a los demás, y romper con la rueda de la reencarnación, para poder convertirse en buda santo?
v ¿Para satisfacer nuestro ego o por que queremos ser mejor persona?
v ¿Por qué que queremos encontrarnos con Dios? O ¿por que amamos? Y para amar ¿Qué se necesita? Para amar verdaderamente hay que demostrarlo con la acción, hay que sacrificar y cuando hay sacrifico hay benevolencia. Cuando se ama a los padres, la pareja, a los hijos, se da sin esperar nada a cambio, es sacrificio, es paciencia sin esperar el cambio de la otra persona.
v Si tienes la verdad de Dios confías en ti mismo y si tienes un corazón agradecido es más fácil reflexionar y arrepentirse y agradecer en las situaciones adversas como en la agradables, debemos estar conscientes de la crisis para pode avanzar. En consecuencia, hacer sacrificios es establecer virtudes.
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