lunes, 17 de diciembre de 2007

poesia. mi madre y yo

La soledad reina

Mi madre a la espera

Llora con sentimiento

Nadie sabe porqué

Si le duele o no, ella solo lo sabe

Me acerco, la miro

Me ve con dolor

Trato de consolarla, no me salen palabras

Miro la foto de cristo en la pared

Pido misericordia

La curación está latente

Es una esperanza

Cuando llegará nadie lo sabe, solo Dios

Miro a través de mi ventana

Nadie llega, nadie toca el timbre.

Es un domingo cualquiera.

La vida, el silencio

En un instante se acaba la vida.

Ayer mi madre

entregada por completo al amor de sus hijos

recorría la casa, reprendía, gruñía

y al igual que el guachimán

vigilaba pendiente de todo

nada se escapaba a sus ojos, hasta katina,

la perra de la casa llevaba lo suyo.

Sentada en el porche, llave en mano...

esperaba, esperaba a sus hijos, al visitante

y mientras... reñía enérgica con Virgilia,

diciéndole ¡ah! ¡Que muchacha tan malcriada!

con Gustavo, ese muchacho antipático

con María ¡ah no mijita!, tu no eres mi mamá

Ya no más preguntas a Petra, ni a chela

Ya no más pendiente de Lila, ni de Magdaleno,

Ni de Jesús, ni de Lino, ni de tito, ni de Fernanda

Ya no preguntará por Juana, ni por Abigail

Ni por ninguno de sus nietos

Tampoco echará los cuentos de Lino su esposo

Siempre fue así.

Ahora, el silencio... el silencio.

Ya no hay regaños, ni peleas

la ágil y recia figura de mi madre se

transformó de pronto en un cuerpo sin vida.

Aguarda, aguarda al visitante inesperado

Tus hijos alrededor de tu cama

esperan reacciones que quizás no lleguen.

La espera se hace lenta,

su corazón, late fatigosamente

sus ojos, nos miran sin mirar

se llenan de lágrimas

Y me pregunto...

¿Qué hemos hecho? ¿Porque el silencio?. ¿Nos oirá?,

¿sentirá nuestra presencia?.

¿Que hay en su pensamiento?,

¿Que somos?

¿Qué nos muestra Dios a través de ti madre amada?.

entonces...

¿Cual es la verdad entre la vida y la muerte?

¿Que hay más allá?

La madre es la tierra, el agua,

la sangre que nos une

el cordón umbilical que nos ata a la vida

verte sumida en el mutismo,

sin saber....que sientes,

nos aniquila, nos consume

chela palacios 23 de enero 2006

El cuerpo de mi madre

Sin fuerzas, ni resistencia para la lucha

Espera

Un cuerpo reducido a la nada

Donde la vida

Se prolonga por inercia.

El fin se acerca, lo sabemos

Y nos negamos a que suceda

Se unen, esperanzas, angustias

Soledad, oraciones en silencio.

Háblale al oído, para que entregue lo que queda de ella

Me dicen, pero no tengo valor.

Déjenme hablar nos dijo un día

Ustedes no saben el día que ya no lo haga

y el día llegó

Y ni madre enmudeció.

Un ACV paralizó sus músculos

Paralizó su cuerpo

Quedó inerte para la vida.

Quedó inerte para expresar lo que siente

No sabemos su dolor, solo lo imaginamos.

su dolor nos hiere

Nos atormenta

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