EL TEATRO Y EL NIÑO EN NUESTRO TIEMPO

Chela palacios

EL TEATRO Y EL NIÑO EN NUESTRO TIEMPO


El teatro no sólo es esparcimiento, es cultura, enseña a ver la vida de manera distinta; El niño en el teatro aprende a pensar, a tener disciplina y a exigir lo que le corresponde por derecho, logra despertar en él, la necesidad de saber y el amor por la lectura y la investigación.
Con el teatro, el niño tiene la alternativa de elegir lo que verdaderamente le gusta, pudiendo representar situaciones imaginarias, desde un rey a un mendigo, un periodista, un pregonero o simplemente ser un animal como Tío tigre o Tío Conejo.
Cuando los padres dejan que los niños se expresen a través del teatro, no solo están contribuyendo a su formación integral, sino, que están creando las bases para la formación de un hombre nuevo, más humano, más crítico y sensible a los problemas que existen en nuestra sociedad. De esta forma logramos que nuestros niños y jóvenes cambien su manera de ver la vida a través de lo que vayan aprendiendo con la ayuda del teatro.
Sabemos que vivimos en una sociedad consumista y que nuestros niños son utilizados por gente inescrupulosa que los manipula por intereses particulares, se auto denominan defensores del arte y de la cultura, pero detrás de esas palabras y sonrisa bonita, vemos con pánico al lobo del cuento de Perrault, el mismo que violaba y seducía, el mismo que evitaba el paso de la niña por el bosque. Los que amamos el trabajo con niños, debemos unirnos para protegerlos y preservarlos de esos lobos (debemos acabar con esos lobos) para que ningún niño o niña caiga en sus fauces. ¿Por qué creen ustedes que sucede esto?
Porque vivimos en una sociedad donde el niño es utilizado solo a conveniencia de los adultos, para cubrir espacios vacíos y llamar la atención de los personeros del gobierno que se encuentren de turno.
Los que verdaderamente amamos el trabajo con niños, nos damos cuenta que ellos son los grandes olvidados de nuestra sociedad. Cabe la pregunta: ¿Qué futuro espera a nuestros niños? Cuando sabemos que no existe una política cultural dedicada a ellos, cuando también se les niega el derecho a la vida, a la educación, cuando tampoco existe ningún tipo de incentivos para las personas que hacemos este tipo de trabajo. Vemos con angustia como existen personas que ven el trabajo con niños como algo sin importancia, ya que esto no da beneficios a corto plazo. Es sabido de todos que los niños no votan y solo ocasionan problemas y gastos. Debemos unirnos todos los que amamos este trabajo y eliminar a los lobos y depredadores que quieren acabar con la inocencia de nuestros niños.